miércoles, 22 de julio de 2009

Adiós Lenin

Por: Felipe Pineda


Son las 3 de la tarde, el día parece estar de pocos amigos, el internet parece ser el único acompañante de esa lluvia inagotable, impredecible. Abro mi correo electrónico y encuentro una invitación a una reunión de jóvenes del Polo Democrático. La leo con detenimiento y me dejo seducir por aquellas ideas de cambio que tanto me llaman la atención. Decido asistir a ese encuentro.

Llego al lugar 5 minutos antes de la hora y me tropiezo con un decorado poco llamativo: afiches de caras y más caras pegadas a medias con cinta adhesiva lo que hace que dude de la dirección anotada al creer haber llegado a un taller de mecánica, idea descartada pocos segundos después. También veo a decenas de jóvenes inquietos, expectantes, con ganas de devorarse de un mordisco el mundo.

Inicia la reunión y la antesala no hubiese podido ser más sorprendente: Un sexagenario hombre hablando de política por alrededor de media hora, una señora con bigote repartiendo unos panfletos color amarillo, un grupo de jóvenes tratando de parecer señores de 40 o más años, un “compañeros” en cada “breve” intervención. Por momentos sentía alucinaciones y proyectaba la vida de estos noveles 20 o 30 años hacia adelante, veía Dussancitos, Samuelitos, Cayceditos, veía a futuro como realizaban sus discursos combativos desde sus nuevas posiciones de corbata y no sentía más que ganas de leer a Petete ¿Existe todavía Petete?.

Creo haber estado en la reunión más larga de mi vida, encuentro lleno de ritos, rituales y arandelas, de mitos y enemigos proyectados una y mil veces. En esos instantes dudé sobre quien era más mamerto, si Uribe o sus jóvenes añejados enemigos. El mismo Laureano Gomez, escudero número uno del status quo en su controvertida y hitleriana existencia, personaje que nada tiene que ver con ideas libertarias y reformistas desde su tumba debe estar muerto de la dicha de ver como los futuros contradictores de sus ideas reaccionarias vayan por el camino equivocado.

La reunión no paró ahí, después el pleno del grupo empezó a dar saludos: Un señor calvo con cara de vendedor puerta a puerta, otro con un tic nervioso en el ojo derecho y finalmente una señora gorda que hablaba una y mil veces de la “unidad del partido”, el “régimen mafioso” y del “imperialismo yanqui”. En medio de esta situación recuerdo haber visto a tres muchachos bostezando y otros tres durmiendo. También remembro a otros presenciando con cierto desespero los ladrillos que tenían que escuchar cambiando sus rostros en el momento que se pronuncio la frase “vamos a brindarles unos refrigerios al final de la reunión”.

Dudo mucho que esos enérgicos jóvenes con ganas de ser escuchados y pasar a la acción vuelvan a una de estas reuniones, creo que tienen suficiente con sus aburridos profesores de colegio o universidad más aun después de haberse topado en esas dos largas horas con insultos e interminables peleas por parte de los asistentes habituales a las mismas y frases como “moción de orden”, “chapola” e insólitas propuestas como formar comités hasta para cargar tres cajas.Son las seis de la mañana, me levanto con la cara pálida, desencajado, algo desencantado.

Afortunadamente todo fue parte de un largo y pesado sueño, la vida vuelve a su normalidad, dicho encuentro nunca sucedió pero la frase de aquel viejito chévere no deja de rondarme en la cabeza: Si yo fuera joven como ustedes estaría cagándome de la risa de la vida…..y en especial de los políticos!!

sábado, 11 de julio de 2009

El sueño de los delfines a la colombiana‏

















Por: Felipe Pineda


Un día cualquiera en medio del ocio cada vez menos frecuente en mi vida me llegó a la cabeza una serie de preguntas que tal vez podrían rayar entre lo estúpido y lo maquiavélico ¿Cómo sería aquel país que algunos de los hijos de los históricos mandamases de Colombia soñaría? ¿Cómo sería un gobierno delfín sin su mentor en el trono? ¿Cómo sería la pugna entre los delfines por heredar las banderas del Uribismo? Las respuestas del todo tampoco resultan del todo fáciles debido a los intríngulis a los cuales nos tienen acostumbrados estos seres de la gran aristocracia capitalina.



Dichos cuestionamientos tampoco son del todo acto del azar y cobran validez en un momento en el cual el precandidato presidencial y máximo dirigente de Cambio Radical Germán Vargas Lleras ha invitado a todos los partidos de origen liberal a una consulta interpartidista en la cual cabria el partido de la U –Con el siempre ocurrente Juan Manuel Santos a la cabeza- y el partido Liberal.Dicha propuesta en primera instancia fue descartada por el partido Liberal en pleno hacia los medios de comunicación pero tras bastidores se comenta que a muchos senadores de esta colectividad la idea no les parece para nada descabellada.



Es más, las verdaderas cartas de esa decisión ya tomada y guardada con un hermético recelo, al mejor estilo de quien conoce los secretos más íntimos de esta profesión tan ingrata de político saldrán solo a la luz pública solo después de terminada su consulta en donde el candidato Rafael Pardo Rueda lidera las encuestas de opinión.



De ese momento en adelante el mano a mano en una segunda consulta Partido Liberal-Cambio Radical tomara forma y quienes inicialmente salieron a ondear el “trapo rojo” en pleno terminaran haciendo un giro inesperado hacia la candidatura de Vargas Lleras.


A partir de ahí los sueños más íntimos de los delfines a la colombiana empezaran a concretarse por lo menos en sus cabezas. Todas aquellas ideas guardadas por años en las mentes brillantes de Juan Ma y Germancito al igual que los mejores vinos a la espera de una verdadera ocasión especial tomaran forma: Viajes ilimitados en helicóptero a costas del erario público para sus herederos serán parte de las nuevas adiciones al menú mediático futuro en donde todo aparecerá de cara a la sociedad como parte de una labor filantrópica realizada por jóvenes de mano firme y corazón grande; la famosa ventana siniestra emergerá de manera mejorada como acto de lealtad a la continuidad de la seguridad democrática y quedará en la memoria del ciudadano promedio como una prueba más del crecimiento y el nuevo “Milagro económico colombiano” tan mágico como sus “nuevos ricos”; una segunda generación de compradores hambrientos de productos de mala calidad importados a países de patio trasero serán la garantía de las nuevas oportunidades que el mercado ofrece solo en una colonia tan cálida, cándida y tropical como la nuestra.


En medio de todo este huracán de espejismos habrá también tiempo para los más íntimos deseos de las otras elites virtuales nacionales: La clase media y sus delirios por adquirir un poco de prestigio así sea a módicas cuotas, la clase emergente ávida de nuevas ilusiones y nuevos sentimientos en contra del “terrorismo” obtendrá su dosis recetada por las doctoras Gurissati y Dávila; el nuevo proletariado encarnado en las bases solidas que solo un cheque de 60 mil pesos mensuales puede construir llegara a sus primeros 10 años; los trabajadores que soportan jornadas de hasta 18 horas tendrán una revancha única de crear su propia opinión atraves de los dos únicos canales que sus televisores de perilla y en blanco y negro pueden ofrecer.


Lejos de este mayoritario conglomerado estarán los opositores, conscientes e incrédulos ante ese histórico sistema de castas quienes sufrirán los rigores del látigo y serán tratados como lo que son: Individuos sin cabida, rebeldes traidores a la patria y merecedores de todos los improperios por desafiar los designios y los más profundos sueños de los delfines a la colombiana.