domingo, 5 de junio de 2011
Otra Bogotá es Posible
Por: Felipe Pineda
Bogotá, lugar de todos y a la vez de nadie, cuna y estación de paso de millones de personas, lugar entrañable para quienes nacimos aquí y frío, hosco y poco hospitalario para aquellos que nunca lograron sentir la capital como propia, para quienes llegaron contra su voluntad a las alamedas casi siempre húmedas de esta ciudad. Todavía recuerdo como desde pequeños fuimos enseñados a desconfiar, a mirar de manera dubitativa al vecino, a sentirnos inseguros y vulnerables en nuestros propios espacios, a sentirnos visitantes nosotros los bogotanos en nuestra propio lugar de nacimiento, hasta que llegó Antanas Mockus y su cultura ciudadana, pensada para cambiar algo clave en nosotros: nuestra mentalidad y sentido de pertenencia con la ciudad.
Sin embargo el tema de la exclusión seguía latente y sin resolver en la otra Bogotá, la Bogotá de los nadies, la Bogotá que siempre había sido invisibilizada y borrada del mapa mental del 50% de la sociedad y con ella subsistían sus problemas: La lucha contra el hambre y la pobreza, un énfasis social, un modelo más incluyente, el tema de la educación básica y secundaria, el asunto de su cobertura temas que se convirtieron en los pilares fundamentales de las gestiones de Lucho Garzón y parcialmente de Samuel Moreno de manera exitosa en los últimos 7 años.
Nadie podría contradecir a la luz de todos estos hechos que la ciudad en sus últimos 20 años (1991 a 2011) sufrió una transformación abismal: Se modernizó, se convirtió para muchos de los ciudadanos en un lugar más habitable, más moderno, con mejoras sustanciales en los servicios básicos, a nivel financiero logró una sostenibilidad no alcanzada en el pasado.
Para nadie es un secreto que construir sobre lo construido en todos estos aspectos funcionó, sin embargo otra serie de elementos nunca fueron visibilizados, informados, socializados a la opinión pública: Las ventas parciales o totales de empresas rentables para las finanzas de la ciudad a precios muy por debajo de sus precios reales realizadas de manera precipitada (La EEBB, parte de la Empresa de Acueducto), empresas que producían utilidades redistribuibles para inversión social; la explosión de licencias de construcción en zonas forestales y suburbanas, lo que implicó una expansión innecesaria de la ciudad generando a su vez una especulación sobre el precio de la tierra nunca antes vista; la composición accionaria de Transmilenio (que no incluyó a los pequeños transportadores) y la inequitativa distribución de sus utilidades que no es nada generosa con quien aporta el capital para su mantenimiento, en este caso el distrito , el cual solo recibe el 6% de los ingresos del sistema mientras el otro 94% (equivalente a 2.5 Billones de pesos) lo usufructúan los 7 operadores del sistema pertenecientes a 12 familias de la ciudad.
Seguidamente hubo en estos 20 años otro par de aspectos que no fueron abordados de manera exitosa: La participación ciudadana real y algo que podría denominarse cultura social ciudadana que cambia el paradigma con respecto al papel del ciudadano al brindarle la posibilidad de conocer sus derechos y no solo sus deberes como venia sucediendo: Derechos con respecto a los políticos y sus acciones, la implicación de vender el voto, de aceptar prebendas, derecho a incidir y participar en las decisiones en sus localidades, a ejercer control ciudadano, y sobre todo derecho a saber cual es el papel del estado, para que sirve el estado y quienes trabajan en el, saber que une al estado con los ciudadanos, que significa lo público y cual es su importancia en el desarrollo de nuestra sociedad como individuos y como colectivo.
Si el ciudadano lograse entender eso perderían bastante terreno aquellas voces que abogan por la desaparición de lo público y la proliferación del individualismo en todas las esferas de la sociedad, voces que han tenido muy claro que la concreción de ese objetivo les abre un sinnúmero de oportunidades comerciales al poder incursionar y convertir en mercancía derechos fundamentales como ha venido sucediendo: La comercialización de la salud, la educación, las pensiones, la especulación con la vivienda y el transporte.
De otro lado en aras de construir bases solidas para la democratización de la participación ciudadana en Bogotá se haría necesario modificar la tendencia generalizada por parte de los entes oficiales de hablar demasiado sobre espacios de participación en términos de cifras medidas por firmantes jalonados por gamonales locales que ofrecen algo a cambio de asistir (Ediles, presidentes de JAC, Concejales) y cambiarlo por un tipo de participación en donde la ciudadanía sienta la necesidad de acudir al ver como incide de manera directa en las diferentes tomas de decisiones.
Otros ejes fundamentales olvidados han sido los de procurar brindarle a la Bogotá Invisible la posibilidad de progresar mediante inversiones en educación superior, estimulo al empleo local, subsidios de vivienda y reactivación de las economías locales, elementos que apuntan a desmarginalizar, a despolarizar la ciudad. Son muchísimos más los temas que se relacionan con poder soñar con Otra Bogotá, son muchísimas las organizaciones que trabajan en este tipo de problemáticas sin contar a miles de fundaciones sin animo de lucro que lo hacen de manera atomizada, singular ¿Por qué no unirnos? ¿Por qué no cambiar el que proponen por el que vamos a hacer? ¿por qué no pensar entre todos Otra Bogotá Posible? ¿Por qué no abrir un laboratorio de ideas? ¿Es descabellado abrir un lugar donde podamos pensar entre todos que ciudad queremos? A esa y miles de interrogantes queremos responder desde Otra Bogotá es Posible, un lugar común, un punto de convergencia más que una propuesta adoctrinante, clientelista, superficial, un proyecto colectivo que intenta salir avante por encima de las decenas de proyectos caudillistas existentes en nuestra alienante actualidad.
Coletilla: A mediados de Junio tendremos un lugar propio donde reunirnos y construir entre todos la ciudad que queremos a futuro, para eso resulta fundamental la ayuda de tod@s aquellos que quieran aportar sus conocimientos para alimentar una propuesta conjunta fruto de deliberaciones positivas.
pinedaruiz@hotmail.com
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