lunes, 13 de septiembre de 2010
La Unidad Nacional ¿Único partido político a futuro en Colombia?
Por: Felipe Pineda
“La unidad nacional amenaza con convertirse en partido único institucional en la política colombiana” Si esta locuaz afirmación hubiese sido planteada por alguien antes del 7 de Agosto seguramente dicha persona habría estado expuesta a la incomprensión propia de la inercia del escenario de meses atrás, sin embargo lo que era una remota posibilidad toma sentido y empieza a cristalizarse debido en parte a la torpeza de los detractores que tiene la nueva coalición de gobierno quienes siguen develando sus debilidades y desavenencias sin necesidad de presión alguna por parte de la “tercera vía” que preconiza J.M Santos, sus rivales siguen mostrando brotes de inconformidades no resueltas, ambigüedades y escaramusas poco claras en su accionar producto de sus propias contradicciones internas y no de factores externos.
Probablemente sea precipitado afirmarlo pero a la luz de los hechos no es para nada descabellado afirmar que lo que no logró Uribe en 8 años ininterrumpidos de improperios, amenazas, insultos, diplomacia condicionada y unanimismo ideológico casi forzoso lo ha logrado Santos en un solo mes: Contrarrestar a sus opositores sin recurrir a la crispación política, sin mover un solo dedo.
Suena a cliché pero así es, hasta ahora la famosa “unidad nacional” del presidente ha demostrado ser mucho más efectiva en términos de consolidar mayorías, mantener a raya a quienes se declaran en “oposición deliberativa”, neutralizar el discurso de quienes se han declarado en oposición total al actual gobierno mediante la consolidación en el imaginario de la sociedad de un aparente pacto político único entre todos los sectores de la sociedad sin olvidarse de incluir una leve impronta social en su política pública y logrando la cooptación de los sectores que hasta hace un mes juraban total lealtad a un proyecto político llamado “uribismo”.
¿Pero cómo ha sido logrado todo esto en tan poco tiempo? Sencillo: haciendo propias las banderas que distinguen a sus contradictores y antiguos contradictores de sus más leales aliados.
En el caso del liberalismo reagrupando a todas las agrupaciones cuyos miembros proceden mayoritariamente de dicho partido (Liberalismo ampliado). Con respecto al Partido Verde la nueva “unidad nacional” ha logrado robarle el protagonismo en la defensa del buen uso de los recursos públicos, la lucha contra la corrupción y la ética política en su sentido más amplio. Al Polo le ha imitado la preocupación por los aspectos más fundamentales del estado de bienestar y la defensa de los trabajadores –mediante la cooptación de amplios sectores pertenecientes al sindicalismo otrora miembros de dicho partido-.
Con respecto al repentino cambio de opinión y de líder del hasta hace poco inexpugnable, sectario e indivisible uribismo creo que no es necesario explicar las razones de este repentino giro de 180 grados que ha experimentado este movimiento en tan poco tiempo.
Curiosamente la estrategia política de la unidad nacional actual procede realmente de una premisa sencilla descrita por Maquiavelo siglos atrás: “La mayoría de los hombres buscan la identidad en la representación, de forma tal que los cambios en el orden político deben aparentarse como operaciones continuas al presente. Pues, precisamente, los hombres se contentan con lo que parece antes que lo que es”.
Por lo tanto para desarrollar dicha estrategia ha sido necesario guardar fidelidad a los modelos imitados como apropiación constituida selectivamente y hacer un uso selectivo de los elementos o políticas a imitar que muy probablemente sean utilizadas en momentos o coyunturas que así lo requieran.
Visto en perspectiva, la unidad nacional hasta ahora no solo se ha consolidado como una coalición de gobierno sino también ha tratado de apoderarse del terreno de la oposición sin que esta haya podido develar los trasfondos de dicho accionar y dar marcha atrás a las intenciones de Santos y su proyecto hegemónico. Prueba de esto ha sido la reciente designación de los 9 magistrados del CNE en donde un partido de la coalición de gobierno no reconocido como tal –el PIN- se hizo a la última plaza disponible.
Al paso que vamos en poco tiempo ya no hablaremos de democracia representativa sino de unidad nacional con visos tenues de representatividad política y tal vez empezaremos a ver como se desdibuja todo tipo de disenso siendo testigos del trabajo de una solitaria e incomprendida oposición en su afán de intentar tener eco en sus propósitos de hacer control a eventuales propuestas anti constitucionales que atenten contra las mayorías desde sus minoritarias bancadas.
Sin intentar tomar posiciones apocalípticas no hay duda que estamos cruzando una línea todavía más peligrosa probablemente que el totalitarismo y la dictadura, estamos ad portas de un peligrosísimo pero aceptado y aparente consenso social. Solo el tiempo se encargará de darle vía libre a esta iniciativa o de poner las cosas en su lugar.
Tomado de: Semana.com
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1 comentario:
Felipe, gracias por este artículo tan claro, conciso y preciso es una situación bien paradójica que alejándose de las políticas de Uribe consolide el poder unánime. Claro que Uribe ya anuncio su trabajo en política local para seguir mandando y el actual gobierno ya está mostrando sus falencias hablando de locomotoras de carbón nos está llevando al pasado. Por otro lado la consciencia de la Ola Verde se está integrando a El Partido Verde para desarrollar medios de comunicación y participación ciudadana que tiende a ser crítico de las actuaciones del gobierno como el maltrato de la riqueza de biodiversidad y aguas en la explotación de oro en Chocó y Antioquia, la ley anticorrupción y la reforma electoral. Creo que con el transcurrir de los días las contradicciones y falencias en la aplicación de la ley y la reforma tributaria escondida que se quiere en la zona rural con la titularización de predios y la restitución de predios a los desplazados.Falta ver como se va aplicar la formación empresarial y cultivos eficientes y amigables al medio ambiente.
Este gobierno que hoy reúne muchas corrientes políticas de los últimos 15 o 20 años con el transcurrir de los días las contradicciones y falencias saldrán a flote.
Espero que éstas que hoy se están comenzando a surgir y que partidos fuera del la coalición de gobierno aprovechen para generar la deliberación y que ésta sea con participación democrática ciudadana consciente que podría ser una minoría, pero con grandes razones para unirse.
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